La inflación imparable golpea fuerte y el precio de la garrafa social no es la excepción. Desde el 1 de octubre la garrafa de 10 kilos pasará de 900 a 1.000 pesos en los puntos de distribución barrial. El problema es que en los negocios de barrios la gente ya paga 1.500 por cada garrafa que debe comprar, siempre terminan golpeados los sectores más vulnerables.
Desde la Secretaría de Participación Ciudadana y Relaciones con la Comunidad de la Provincia de Salta explicaron que la suba responde a la renovación del convenio entre el organismo y las empresas distribuidoras Shell, YPF, Total Gas y Amarilla Gas, quienes requirieron el aumento para poder solventar los elevados costos del proceso de distribución en toda la provincia, como combustible, neumáticos y personal.
En tanto, en los puntos de comercialización de las distribuidoras (sobre ruta provincial 26) costará 760 pesos.
En los barrios
En un negocio de comestibles ubicado sobre la avenida principal del barrio Solidaridad, en la zona sudeste de la capital salteña se vende la garrafa de gas de 10 kilos a 1.500 pesos. «La mayoría de los vecinos vamos a la planta de gas que está al fondo del barrio, porque acá en los negocios te la cobran el doble casi y no conviene. Yo voy en mi bici. El tema es que hay vecinos que se les complica ir hasta allá, entonces no les queda otra», contó Daniel, un vecino.
En la planta referida se vendía ayer una garrafa de gas de 10 kilos a 750 pesos y una de 45 kilos a 9.000 pesos. «Yo compro dos garrafas al mes porque las necesito para trabajar. Hago repostería y está todo difícil, todo sube y no puedo aumentar tanto mis productos porque si no no voy a perder clientes», relató Adriana, una vecina del barrio San Benito, tras comprar las garrafas en la planta.
Juan Guantay es otro de los vecinos de la zona, más precisamente de barrio San Alfonso, que se acercó acompañado de sus nietos a bordo de su motocarga. «Tengo siete hijos y en casa ocupamos 3 garrafas al mes para cocinar, calentar agua para bañarnos. Antes usábamos leña, ahora ya no», contó.
«En los negocios de mi barrio venden a 1.100 pesos la garrafa, así que yo vengo directo a esta planta porque me ahorro 350 pesos. En otra planta aquí cerca la venden a 800 pesos y en la del parque Industrial a 850», sostuvo.
Expresó que cada vez le cuesta más juntar dinero para comprar las garrafas porque trabaja haciendo fletes y «changuitas». «No me quisieron vender nafta. También junto botellas, cartones y hago changas. Antes la gente te pagaba bien, ahora no», dijo. Manifestó que la situación en su hogar es complicada, porque para cocinar necesitan unos 3 mil pesos por día, ya que son muchos integrantes y les cuesta juntar la plata.
Hay que tener en cuenta que Salta, al estar en una zona fría, tiene tarifa diferencial en el gas de los usuarios que están conectados a la red de gas natural. Es así que hoy en día un consumo medio de una familia puede estar en 700 pesos mensuales, muy lejos del precio que pagan las familias vulnerables por tres garrafas al mes.
Voz oficial
Al ser consultado por la temática, el director de Programas de la Secretaría de Participación Ciudadana y Relaciones con la Comunidad, César Segura, expresó que «lamentablemente nuestro país viene atravesando una difícil situación y nuestra provincia no es ajena a esta realidad’.
Recalcó que desde la Secretaría trabajan en forma conjunta para que los costos en los incrementos no recaigan en los beneficiarios de la garrafa social.
Hizo hincapié en que se sigue acompañando a los vecinos con el subsidio del Programa Hogar, nacional, que garantiza el derecho y el acceso a la garrafa a través de un subsidio directo mensual para hogares de bajos recursos y entidades de bien público sin acceso a la red de gas natural.
El beneficio consiste en un monto mensual de 602 pesos fijado por la Secretaría de Energía, que cubre parte del precio de la garrafa de 10 kilos. «Entonces queda en 400 pesos el precio de la misma. El programa es de fácil acceso y de manera directa al beneficiario», sostuvo.
f:El Tribuno