Salta fue sede ayer de una reunión clave entre autoridades de Paraguay, encabezadas por el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, y representantes del gabinete provincial. El encuentro estuvo marcado por los avances en un ambicioso plan energético que busca conectar el gas de Vaca Muerta con Brasil, atravesando Paraguay, mediante un gasoducto trinacional de 1.050 kilómetros.
Una integración energética regional
El proyecto contempla un recorrido de 110 kilómetros en Salta, 530 en Paraguay y 410 en Brasil, donde el gasoducto se interconectaría con el Gasoducto Bolivia-Brasil (Gasbol). La obra tiene como objetivo principal llevar el gas natural producido en Vaca Muerta hacia mercados brasileños, incorporándolo también a la matriz energética de Paraguay y las regiones norteñas de Argentina.
Mauricio Bejarano destacó que la iniciativa no solo reforzará la provisión de gas en Salta, sino que también permitirá la integración de las economías regionales del Corredor Bioceánico de Capricornio, un eje estratégico que conecta los puertos de Antofagasta (Chile) y Santos (Brasil).
Detalles del proyecto y beneficios económicos
El gasoducto, con una inversión estimada de 2.000 millones de dólares, está diseñado para transportar hasta 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural en el futuro. Según Bejarano, la concesión está planteada bajo un esquema público-privado, y las provincias y estados que atraviese recibirán beneficios económicos directos por los cánones territoriales.
Además, el gas no solo abastecerá los mercados paraguayos y brasileños, sino que también responderá a la creciente demanda de sectores como la minería en Salta y el agroindustrial en Mato Grosso, una de las regiones agrícolas más importantes de Brasil.
Estrategia y proyección
El embajador argentino en Paraguay, Guillermo Nielsen, subrayó la importancia estratégica del proyecto, especialmente para mejorar la calidad de la energía eléctrica en el oeste paraguayo, donde el gas permitirá establecer ciclos combinados de generación. También destacó que el gasoducto correría paralelo a la ruta bioceánica, aprovechando la traza ya expropiada.
Nielsen señaló que el próximo gran paso será una reunión clave el 14 de febrero en Mato Grosso do Sul, Brasil, donde se definirán aspectos fundamentales del proyecto. «No es un trabajo acabado, pero estamos avanzando bien para presentar una propuesta sólida», afirmó.
Hacia una integración más amplia
El ministro de Gobierno de Salta, Ricardo Villada, enfatizó la importancia de esta iniciativa para fortalecer la integración energética, comercial y vial de la región. Según Villada, este tipo de proyectos no solo impulsará el desarrollo económico de los países involucrados, sino que también permitirá garantizar una provisión energética más estable para los proyectos locales, especialmente en sectores como la minería.
El gasoducto trinacional se perfila como una obra estratégica que no solo consolidará la posición de Argentina como proveedor clave de energía en la región, sino que también impulsará el crecimiento económico y la cooperación entre Argentina, Paraguay y Brasil.