Los mercados globales están experimentando fuertes caídas debido a la creciente preocupación por una posible recesión en Estados Unidos. Los datos de desempleo en EE.UU. mostraron una subida inesperada en julio, alcanzando el 4,3%, la tasa más alta desde octubre de 2021. Este informe provocó una caída en las acciones y los rendimientos de los bonos en Wall Street, aumentando la expectativa de que la Reserva Federal podría recortar sus tasas de interés más drásticamente de lo previsto.

En Europa, las principales bolsas abrieron a la baja, siguiendo los desplomes registrados en Asia. Fráncfort, París, Londres, Madrid y Milán sufrieron pérdidas significativas, arrastradas por los valores bancarios y tecnológicos. Los futuros de la bolsa de Nueva York también están en rojo, con el NASDAQ cayendo un 4% antes de la apertura de las cotizaciones. En el mercado de deuda, los rendimientos estadounidenses continuaron bajando, reflejando el interés de los inversores por valores más seguros.

Las bolsas asiáticas sufrieron caídas aún más pronunciadas, especialmente en Japón, donde el Nikkei 225 perdió un 12,4%, su mayor caída desde el desplome bursátil de octubre de 1987. La inesperada subida de los tipos de interés anunciada por el Banco de Japón exacerbó la situación, impulsando al yen y afectando negativamente a los exportadores japoneses. En el mercado de divisas, el dólar y el euro cayeron frente al yen, mientras que el bitcoin también sufrió una caída significativa del 11,70%.