Un ciudadano boliviano ingresó al hospital San Bernardo en Salta a principios de agosto, acompañado de una mujer que se presentó como su pareja. El hombre, en estado grave, fue diagnosticado con cáncer de páncreas y falleció tras una semana de internación. Para ser admitido en el hospital, utilizó el DNI de un miembro de la comunidad Wichí de Santa Victoria Este, lo que activó los protocolos del hospital y la notificación al área de Asuntos Indígenas.

Al comunicar el fallecimiento al cacique de la comunidad, se descubrió que el verdadero titular del DNI estaba vivo, lo que desató sospechas de suplantación de identidad. La mujer, quien inicialmente se negó a proporcionar el DNI en el Registro Civil, finalmente confesó que su pareja era indocumentado y que el documento había sido prestado por otra persona para facilitar su atención médica.

La situación pasó a manos de la Justicia, activando una investigación por suplantación de identidad, en medio de la nueva normativa que establece el cobro de atención sanitaria a extranjeros. El cuerpo del hombre fallecido, identificado como Javier Herrera Pérez, permanece en la morgue a la espera de ser reclamado por familiares, mientras la mujer desapareció tras retirarse de un albergue, dejando dudas sobre su responsabilidad legal.