El presidente español Pedro Sánchez ha designado a Joaquín María de Arístegui como nuevo embajador en Argentina, luego de cinco meses sin representante oficial tras la salida de María Jesús Alonso Jiménez en mayo. Esta decisión busca recomponer los lazos diplomáticos entre ambos países, luego de recientes tensiones entre Sánchez y el presidente argentino, Javier Milei.

Desde el regreso de Alonso Jiménez a Madrid, la embajada española en Buenos Aires estuvo brevemente a cargo de Fernando García Casas, quien luego fue asignado como embajador en Bolivia, dejando nuevamente vacante la posición. La canciller argentina, Diana Mondino, había enfocado sus esfuerzos en normalizar la situación diplomática, manteniendo gestiones discretas para disipar las diferencias.

El conflicto bilateral comenzó cuando Milei, durante un evento del partido español Vox en Madrid, lanzó declaraciones críticas hacia Sánchez y su entorno, lo que motivó una respuesta enérgica desde La Moncloa. Roberto Bosch Estévez, embajador argentino en España, jugó un rol clave en mantener el diálogo abierto y evitar una ruptura completa.

La llegada de Arístegui a Buenos Aires en noviembre es vista como un paso hacia la recuperación de los vínculos diplomáticos, culturales y comerciales entre España y Argentina. Ambos gobiernos esperan que esta designación revitalice el espíritu de cooperación que ha sido el eje de su relación histórica.