A partir del próximo mes, se aplicará un nuevo aumento en el precio de la nafta debido al fin de la prórroga establecida a principios de julio para la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).
Se estima que, de aplicarse las tarifas hasta ahora congeladas, el aumento en naftas y gasoil podría oscilar entre un 10% y un 16%. Sin embargo, este porcentaje podría ser aún mayor si el Gobierno decide considerar factores adicionales como la inflación y el incremento en el costo de los biocombustibles.
Raúl Castellano, titular de la Cámara de Empresarios de Combustibles (CEC), señaló que “mientras haya inflación, es probable que continúen los aumentos en los combustibles”.
El nuevo aumento se implementaría en los primeros días de agosto, con variaciones en el porcentaje según la provincia. Se anticipa que este ajuste tendrá un impacto negativo en las ventas.