Hamilton Mourao pidió a los manifestantes «bajar un cambio» y respetar «las reglas del juego». El exmilitar fue el primer miembro de su gobierno en llamar al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, para felicitarlo por la victoria.

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, rechazó las versiones de fraude electoral que circulan entre los simpatizantes de Jair Bolsonaro. «Hay que dejar de llorar y aceptar que perdimos», sostuvo. Este miércoles se registraban bloqueos en 17 estados como parte del tercer día consecutivo de protestas.

«Nosotros estuvimos de acuerdo en participar de un partido en el que otro jugador, Lula, no debería estar jugando. Pero si acordamos, no podemos quejarnos. Hay que parar de llorar y aceptar que perdimos el partido», afirmó el senador electo en declaraciones al medio O Globo.

Mourao fue el primer representante de la fórmula perdedora que se comunicó con el Partido de los Trabajadores (PT). El exmilitar llamó al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, para felicitarlo por la victoria de Lula da Silva e iniciar el proceso de transición mientras Bolsonaro se mantenía en silencio.

En una breve conferencia de prensa que brindó este martes, el mandatario brasileño aseguró que respetará la Constitución, a pesar de que no reconoció directamente el resultado de las elecciones ni felicitó a Lula Da Silva. Agregó que las manifestaciones son «fruto de la indignación y un sentimiento de injusticia por cómo se desarrollaron las últimas elecciones».

Sin embargo, Mourao rechazó la hipótesis de fraude que circuló entre sus partidarios a través de WhatsApp y sostuvo que las protestas debieron originarse cuando Lula se presentó como candidato. «Considero que no hubo fraude, pero uno de los jugadores no debía estar jugando, ese es mi punto de vista», explicó.

«Ese era el momento de tocar bocina, de salir a la calle. Hay 58 millones de personas que no se conforman, pero participaron del juego y aceptaron las reglas del juego, entonces hay que bajar un cambio», finalizó.

f: C5N