El Senado de la Nación rechazó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del gobierno de Javier Milei que otorgaba fondos millonarios a la restaurada Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), con 49 votos en contra, 11 a favor y dos abstenciones. Este rechazo, impulsado por el bloque kirchnerista y otros sectores de la oposición, supone un golpe para el Ejecutivo, que buscaba consolidar el control de la inteligencia estatal y asegurar recursos para la agencia dirigida por Sergio Neiffert.
A pesar de los intentos del Gobierno por evitar el debate público del decreto, incluida una propuesta de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para una sesión secreta, la oposición logró incluir el DNU en el temario del Senado. Senadores que inicialmente parecían apoyar la medida, como los radicales, finalmente se distanciaron, lo que facilitó el rechazo del decreto.
El fracaso del DNU no solo frena los planes del Ejecutivo para la SIDE, sino que también expone las dificultades de la administración de Milei para avanzar con su agenda en un Congreso dividido. Este episodio subraya las crecientes tensiones entre el Gobierno y la oposición, marcando un desafío clave en la relación del presidente con el Legislativo.