El Papa Francisco celebró la misa de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, Portugal, ante un millón y medio de jóvenes que pasaron la noche en el parque Tejo. Durante la misa, el Papa les pidió a los jóvenes que «no tuvieran miedo» y les grabaron que ellos son el futuro.

Francisco ha mantenido su estilo espontáneo e improvisado durante su visita a Lisboa, interactuando directamente con la multitud y abandonando en ocasiones sus discursos preparados. Durante la vigilia vespertina del sábado, instó a los asistentes a viajar juntos en la vida y la fe, y les pidió que gritaran respuestas.

En la misa, el Papa enfatizó que los jóvenes son la esperanza de un mundo diferente y les recordó las palabras del papa san Juan Pablo II en su primera JMJ: «Son los jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesita como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: ‘No tendrán miedo'».

El Papa también mostró su preocupación por aquellos que no podrán asistir a causa de conflictos armados y guerras, y expresó su pesar por la situación en Ucrania.

El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, expresó su sorpresa por la multitudinaria movilización que acompañó al Papa durante su visita a Lisboa y calificó la asistencia como «una cosa nunca vista en Portugal».

Tras la misa de despedida, el Papa se reunirá con voluntarios antes de regresar a Roma. Durante su visita a Lisboa, Francisco ha oficiado varias ceremonias, se ha reunido con diversas personas y ha visitado el santuario de Fátima.