Dos acueductos truncos del Plan Bicentenario habrían atenuado la crisis. Los organismos de control examinan el destino de los fondos y los pagos.
Con ocho meses sin lluvias, los cauces de la zona reducidos a hilos de agua y las reservas del sistema Itiyuro caídas a más no poder, nadie duda de que el norte salteño atraviesa por una de las más acentuadas sequías de los últimos años. La inclemencia climática, sin embargo, no es la única razón por la que miles de familias sufren la falta de agua en ese departamento. Las obras de dos estratégicos acueductos, para los que se dispusieron partidas del Plan Bicentenario en 2016 y que debían estar concluidas hace tres años, se ejecutaron a medias y terminaron paralizadas en 2019.
Uno de esos proyectos era un acueducto que bajaba desde Yacuy hasta la zona de Villa Güemes, en el extremo noroeste del área urbana de Tartagal. Yacuy tiene nueve pozos profundos, cuyos caudales se pierden cuando entran al dique Itiyuro. El acueducto inconcluso se planificó para tomar el agua de esos pozos y conducirla hasta Villa Güemes, donde hay una cisterna de gran capacidad que abastece a toda la parte alta y el área céntrica de la ciudad. En los próximos días se abrirá un nuevo proceso licitatorio, con un presupuesto de $350 millones, para finalizar esa obra.
Otra obra clave incluida entre los proyectos de infraestructura para los que las cámaras legislativas de Salta autorizaron al Ejecutivo provincial a contraer un endeudamiento de hasta 350 millones de dólares, en 2016, era un sistema complementario del acueducto Yacuy-Tartagal que se proyectó para elevar la presión de los caudales en la parte alta de Tartagal y conducirlos desde la zona de los barrios 9 de Julio y Belgrano hasta el sector de Vitiche. Esta obra, al igual que la anterior, se adjudicó por un monto millonario y terminó paralizada, al final de la gestión de Juan Manuel Urtubey, con un ínfimo avance (alrededor de un 5%) en los trabajos.
Por los graves incumplimientos, ambas contrataciones terminaron rescindidas por el actual gobierno y los legajos pasaron a los órganos de control de la Provincia, para que auditen el destino que se les dio a los fondos asignados y examinen la correspondencia de los pagos que se hicieron a contratistas con el avance de las obras.
El Plan del Bicentenario, como había ocurrido antes también con el Fondo de Reparación Histórica del Norte, para el que la Provincia contrajo una deuda de 185 millones de dólares en 2012, dejó numerosas obras inconclusas en distintos puntos de la provincia.
En octubre de 2020, en un informe a la Cámara de Diputados sobre la situación del norte salteño, el presidente de Aguas del Norte, Luis María García Salado, detalló que de siete obras de agua y saneamiento licitadas en 2012 e iniciadas en 2013 a través del Fondo de Reparación Histórica (FRH), solo una estaba concluida, otra en ejecución y cinco paralizadas.
García Salado precisó, además, que de cinco obras licitadas con el Plan Bicentenario e iniciadas entre 2016 y 2017, solo tres estaban concluidas y cuatro paralizadas.
Entre esas obras, los acueductos de Tartagal eran de las más cruciales.
En un reciente informe a Diputados, el ministro de Infraestructura de la Provincia, Sergio Camacho explicó que el suministro de San Martín depende, medularmente, del sistema de los diques Itiyuro y Limón. Las aguas que embalsan siguen siendo fundamentales para el servicio de ciudades como Tartagal y General Mosconi. Ese sistema se alimenta fundamentalmente de fuentes superficiales que hoy, por la sequía, están en sus niveles más bajos. Las dos obras clave del Plan Bicentenario, si se hubieran ejecutado en el tiempo y la forma esperada hoy habrían permitido que -aún con baja provisión desde las presas Itiyuro y Limón- buena parte de la ciudad de Tartagal siguiera abastecida con los caudales de las buenas fuentes subterráneas que tienen los pozos de Yacuy.
Obras por $2.900 millones
El plan de aguas y saneamiento que empezó a ejecutarse en el norte salteño en 2020, tiene obras terminadas, en ejecución y en proceso de licitación por $2.900 millones. Una de las importantes es la nueva planta potabilizadora de Tartagal, habilitadas en septiembre de 2021, que llevó la capacidad de potabilización de esas instalaciones de 250 a 700 metros cúbicos por hora. Por los bajo caudales que está recibiendo de sus fuentes tributarias superficiales solo aporta en estos días 400 m3/h.
Protocolo para el río Bermejo
A partir de la información brindada por la Comisión Regional del Río Bermejo (Co.Re.Be.) alertando sobre la presencia de algas verdeazuladas en la cuenca del río Bermejo, el Gobierno provincial aseguró que Aguas del Norte aplica, año a año, un protocolo especial atendiendo a esta situación, en el marco del sistema de gestión integral que se realiza en esa cuenca.
Este es un fenómeno que sucede todos los años y tiene lugar a partir de la conjunción de distintos fenómenos climáticos: aumento de la temperatura, cambio climático mediante, la temporada seca propia de la época del año, y una bajante en la media de las precipitaciones, que se viene produciendo hace más de veinte años, comunicaron.
«A fin de llevar agua potable a la población, todos los años Aguas del Norte realiza un trabajo de remoción del río para contrarrestar este fenómeno, a la par que se incorpora carbón activado en el proceso de potabilización», señalaron ayer desde el Gobierno provincial.
«Es una tecnología que forma parte del protocolo que realiza el Gobierno provincial y Aguas del Norte hace ya muchos años. La presencia de algas verdeazuladas ya se viene registrando hace más de veinte años en la cuenca del río Bermejo que atraviesa el territorio salteño», explicó el secretario de Recursos Hídricos Mauricio Romero Leal.
Trabajos en el Itiyuro
Luego de los trabajos de canalización y trasvase que Aguas del Norte realizó en el dique Itiyuro y en el embalse El Limón, la planta incrementó su producción y la cisterna de Villa Güemes amaneció ayer con una altura de 2,50 metros, un nivel normal para la época.
De esta manera Aguas del Norte empezó con maniobras para restablecer el servicio, el cual todavía presenta baja presión y ciertos niveles de turbiedad, ya que se está realizando la purga de la red, que estuvo durante varios días sin agua.
La prestataria salteña dispuso realizar un turno de agua hasta las 13 horas, luego de lo cual se programó un corte para hacer la recuperación de la cisterna y luego restablecer el servicio.
f:El Tribuno