El Gobierno de Javier Milei ha comenzado a desmantelar parcialmente el Impuesto PAIS, un gravamen que afectaba las importaciones en dólares desde su implementación en 2019. Aunque este tributo seguirá vigente hasta el 23 de diciembre de 2024, ya no será retenido en la Aduana, marcando el inicio de su eliminación. La medida busca reducir la carga impositiva sobre las importaciones, lo que podría abaratar costos para los consumidores y fomentar el comercio. Sin embargo, esta decisión ha generado tensiones con el sector industrial, que enfrenta un tipo de cambio retrasado y mayores desafíos competitivos.
Desde hoy, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) dejó de aplicar la retención del 95% del impuesto a las importaciones. Aunque las operaciones que concluyen antes del 23 de diciembre seguirán incluyendo el gravamen, la decisión refleja la intención gubernamental de abrir el comercio exterior y aliviar la presión fiscal sobre las empresas. Esta política, sin embargo, ha provocado preocupación en el sector industrial, donde se advierte que avanzar hacia una mayor apertura comercial sin abordar problemas estructurales, como impuestos distorsivos, altos costos logísticos y regulaciones laborales, podrían generar desequilibrios.
La economía argentina enfrenta el desafío de la enfermedad holandesa , un fenómeno donde los sectores exportadores, como el agro y la minería, generan divisas pero no suficientes empleos formales. Actualmente, solo el 10% del empleo registrado proviene de estos sectores, mientras que actividades como el comercio y la industria representan el 90%. Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) y otros actores productivos, se ha solicitado al Gobierno avanzar en una agenda que reduzca costos y fomente la producción nacional, advirtiendo sobre el riesgo de perder más empleos si no se toman estructuras. Desde agosto de 2023, más de 30.000 puestos industriales han desaparecido, reflejando los retos de una economía que lucha por equilibrar la apertura comercial con la sostenibilidad interna.
La eliminación del Impuesto PAIS forma parte de un plan para controlar la inflación y reactivar el consumo, pero el éxito de esta medida dependerá de la capacidad del Gobierno para equilibrar las demandas de los sectores productivos con la necesidad de integrarse más al comercio internacional. El desafío está en encontrar un camino que permita fortalecer el mercado interno, mejorar la competitividad y garantizar un desarrollo más equitativo en términos de empleo y crecimiento económico.