El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció en conferencia de prensa la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la creación de la Agencia Nacional de Recaudación (ANR). Esta reestructuración implicará una reducción del 45% en las autoridades superiores y del 31% en los niveles inferiores, afectando a unos 3.100 empleados que, según el Gobierno, ingresaron de manera irregular durante el último mandato kirchnerista. Se estima que la medida ahorrará $6.400 millones al año.
Asimismo, Andrés Gerardo Vázquez asumirá como director de la Dirección General Impositiva (DGI) y José Andrés Velis dirigirá la Aduana, reemplazando a Gabriel Ramírez y Eduardo Mallea, respectivamente. No habrá cambios en la titularidad de la AFIP, que seguirá bajo el mando de Florencia Misrahi.
Además, los sueldos de los altos cargos se equipararán a los de ministros y secretarios, eliminando la cuenta de jerarquización, lo que según el gobierno ayudará a mejorar la eficiencia del sistema tributario y aduanero, así como la transparencia y control en la gestión pública.