Pablo Otero, conocido como el «Señor Tabaco» y dueño de Tabacalera Sarandí, continúa sin cumplir con el fallo judicial que le ordena saldar una deuda multimillonaria por evadir el impuesto interno al tabaco. A pesar de que la Corte Suprema revocó las medidas cautelares a su favor y le instó a cumplir con los pagos, la empresa ha recibido una dura intimación de la AFIP por no cumplir con las obligaciones fiscales requeridas. Esta situación podría llevar a la exclusión de Tabacalera Sarandí del régimen de fabricantes de tabaco, impidiéndole la comercialización de productos al no recibir las estampillas fiscales necesarias.

Recientemente, el Gobierno elevó el impuesto interno al tabaco al 73%, a través de la ley Bases, aprobada por el Congreso. Este aumento impactará directamente en el costo de los cigarrillos para los consumidores, buscando mitigar las prácticas de evasión fiscal como las de Tabacalera Sarandí. Otero ha argumentado que su empresa no debería estar sujeta a este impuesto mínimo, alegando que es injusto considerando la capacidad económica de otros grandes productores tabacaleros en Argentina.

A pesar de las adversidades legales y fiscales, Tabacalera Sarandí ha mantenido una significativa participación de mercado, aprovechando su situación para ofrecer productos a precios más bajos en comparación con sus competidores que cumplen con todas las obligaciones fiscales.