El viernes por la madrugada en el barrio Matadero, de Salvador Mazza, tres o cuatro personas ingresaron a una vivienda para robar. Contaban con una logística importante a los fines de perpetrar el ataque . Sin embargo, dos de ellos fueron detenidos por la policía de Alto Verde y los otros lograron fugarse. Intervino la Fiscalía Penal bajo la dirección del fiscal Armando Cazón, quien solicitó diversas diligencias.
Propietarios de la vivienda elegida por los delincuentes advirtieron movimientos y ruidos en el fondo de la misma, les llamó la atención que los ladridos de los perros se escucharon y luego no. Inmediatamente llamaron a la Policía. Una mujer, quien luego radicaría la denuncia, sintió gritos y observó por una ventana cuando los uniformados irrumpieron en la casa y sorprendieron a los asaltantes.
La denunciante sostuvo que los sospechosos contaban con una pinza de gran tamaño, un martillo tipo masa y un hierro tipo pico con punta. Al mismo tiempo, la mujer observó que uno de sus perros estaba sin vida y el otro agonizaba. Los delincuentes ingresaron rompiendo el candado del portón del frente de la casa, luego rompieron una puerta en el interior de la vivienda para ingresar al living, sin embargo y tras el alerta de los propietarios no llegaron a llevarse nada.
En medio de un presunto forcejeo con los policías, uno de los asaltantes se desprendió de un arma de guerra 9mm que fue secuestrada por los agentes, estaba tirada en el fondo de la casa. Ante la llegada de los uniformados dos de los delincuentes trataron de fugarse pero fueron aprehendidos a pocas cuadras del lugar. Se trata de ciudadanos peruanos que fueron imputados y decidieron testificar ante el fiscal de la causa.
Consultado por El Tribuno, el fiscal Cazón sostuvo que están trabajando en el análisis de las primeras pruebas colectadas en la escena del hecho, algunas líneas de la investigación hacen suponer que podría haber dos hechos delictivos vinculantes, por las características similares en uno y otro.
Uno de los hechos tuvo lugar en la ciudad de Aguaray, donde los sospechosos ingresaron a la vivienda reportándose como personal de la Gendarmería Nacional, una vez en el interior maniataron a los dueños con precintos y cometieron el robo. En Salvador Mazza los delincuentes también utilizaron precintos y contaban con herramientas para abrir puertas, al mismo tiempo los testigos señalaron que en ambos hechos la vestimenta oscura es similar, entre otras coincidencias.
Los peruanos fueron imputados por los delitos de «robo calificado en grado de tentativa, violencia de domicilio, daños, maltrato y crueldad animal en concurso real» en grado de coautores.
Vínculos narcos
Entre las diversas líneas investigativas no descartan que la organización tenga vínculos con el narcotráfico. Personal de la Brigada de Investigaciones y Criminalística de Tartagal trabajan en diferentes pistas. Consultas efectuadas por los sabuesos indicaron que se trataría de una organización compuesta por ciudadanos peruanos pero también del vecino país de Bolivia, Colombia y Argentina.
f:El Tribuno