El trabajo conjunto entre la Aduana y la Dirección General Impositiva (DGI) dejó al descubierto un presunto negociado millonario entre al menos 15 empresas en el país. Se trata de marcas ficticias con 51 millones de dólares de los cuales solo 3 millones ingresaron a la Argentina. En ese sentido, el viernes pasado desde el Juzgado Federal interviniente ordenaron un procedimiento masivo en distintas provincias argentinas, uno de los allanamientos se realizó en Salta capital.
Durante el mediodía del viernes pasado se llevó a cabo el único allanamiento en esta provincia, fue en la calle Rivadavia al 900 en la vivienda de una mujer que trabaja como despachante de Aduanas, identificada con la sigla G.F.P., procedimiento donde participaron uniformados de las fuerzas nacionales, y también el abogado de la mujer, el doctor Pablo Atea, defensor de la despachante de Aduanas.
De las actuaciones que surgen del expediente judicial al que tuvo acceso El Tribuno, el megaoperativo ordenado por el Juzgado Federal de Campana, el operativo contó con la presencia de más de 15 miembros a la Gendarmería Nacional y Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En medio del procedimiento los uniformados secuestraron computadoras y documentación varia que podrían estar vinculados con la posible comisión de delitos tipificados en el Régimen Penal Tributario (Ley 27.430) y en el Régimen Penal Cambiario (Ley 19.359), como de la comisión de los delitos de lavado de activos y asociación ilícita, ambos tipificados en el Código Penal.
Los análisis
Los organismos analizaron exportaciones de más de 100 empresas realizadas en los años 2020/2021, donde se encontraron con nuevos exportadores de maíz partido, soja desactivada y aceites-mezcla, caracterizados por el incremento exponencial de los valores exportados. Así lo informó la agencia de noticias Telam.
En este contexto, señalaron que lo que llamó la atención de estas operaciones «fue la relación desproporcionada entre las exportaciones y la capacidad económica y financiera de las empresas, que mostraban distintos puntos en común».
«Todas las empresas evidenciaron un patrón financiero similar, registrando un incremento exponencial en sus volúmenes de exportación en muy poco tiempo. Además, la posición mayoritariamente utilizada es la de maíz partido (PA 1104.2300.0000), caracterizada por encontrarse fuera del sistema de precios oficiales», explicaron en un comunicado.
Por otra parte, indicaron que «ninguno de los operadores analizados cuenta con capacidad financiera ni operativa acordes a los volúmenes exportados» y destacaron que un porcentaje elevado de las destinaciones son registradas ante la misma aduana del partido bonaerense de Campana, repitiendo el circuito de exportación en casi todos los casos.
«El monto de divisas liquidadas es sistemáticamente muy bajo en relación con los montos exportados, a su vez, se cotejó en algunos casos la existencia de la vinculación entre los compradores extranjeros y los exportadores», detallaron. Tras el análisis de la AFIP-DGI, el resultado fue que «muchas de las empresas analizadas se encuentran incluidas en la Base de Firmas Apócrifas».
f: El Tribuno