Un repartidor que transitaba por la calle Chacabuco al 400 fue crucial para descubrir un túnel de casi 3 metros de ancho y más de 150 metros de largo, construido para robar un banco en San Isidro. Al notar una varilla de hierro sobresaliente frente a una sucursal del banco Macro, el repartidor alertó a la policía, que inició una investigación.

Al retirar la varilla, los efectivos encontraron que estaba conectada a un túnel de aproximadamente tres metros de largo. Se solicitó la intervención de la DDI de San Isidro y del fiscal de turno, y se reforzó la seguridad en la zona. Las pericias indicaron que el robo estaba planeado para este fin de semana o los próximos días, pero algo parece haber interrumpido el plan. Los investigadores aún no saben si los ladrones se asustaron o fueron descubiertos antes de ejecutar el robo. El túnel, construido con madera en las paredes e iluminación a intervalos, sorprendió a las autoridades.

Dentro del túnel también se hallaron colchones, lo que sugiere que la banda trabajaba en las noches o madrugadas durante casi un año. Los investigadores consideran que este plan fue más meticuloso que el «Robo del Siglo» en el banco Río en Acassuso en 2006.

Hasta ahora, no hay detenidos ni sospechosos identificados, aunque se espera que las cámaras de seguridad de la zona puedan ofrecer pistas sobre el inicio de las obras del túnel.

Sebastián García Bolster, el ingeniero detrás del «Robo del Siglo», comentó sobre el túnel descubierto en San Isidro, destacando su «prolijidad». Recordó que su plan en 2006 no incluía acceder a la bóveda, sino que usaban el túnel como ruta de escape. Bolster explicó que, a pesar de los sensores sísmicos que sonaban, la empresa de seguridad solo colocaba stickers sin investigar más. Detalló que la planificación del robo duró dos años y la construcción del túnel un año, y reveló que no participó durante un mes por un conflicto con el grupo, temiendo que pudieran romper la losa de una casa en lugar de la pared del banco.