Sebastián Barrios, secretario general del gremio que agrupa a los trabajadores del petróleo y del gas de las provincias de Salta y Jujuy, advirtió sobre la crítica situación de la Refinería del Norte en Campo Durán debido a la escasez de gas y petróleo. Esta escasez amenaza los empleos de más de 400 trabajadores.
Los yacimientos gasíferos en el departamento San Martín están declinando y los volúmenes de importación de Bolivia son insuficientes, lo que ha llevado a que la refinería opere a menos de la mitad de su capacidad. La finalización de las obras del Gasoducto del Norte, que traerá gas de Vaca Muerta, se espera con gran preocupación.
El Gobierno nacional estima que las obras estarán terminadas a mediados de septiembre, pero hay dudas sobre el tipo de gas que se recibirá. Barrios subrayó la importancia de esta información, ya que afectará la operación de la destilería.
La reversión del poliducto también está retrasada, y Barrios destacó la necesidad de discutir este tema en una reunión programada para el 6 de agosto.
Barrios también mencionó la inversión de YPF en una planta de gas natural licuado (GNL) en Río Negro en lugar de Bahía Blanca, señalando que la decisión responde a intereses políticos y no a criterios técnicos. La planta de GNL representará una inversión inicial de 30 mil millones de dólares.
Además, expresó su preocupación por la posible paralización del pozo Argerich debido a diferencias políticas entre el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof. En Salta, la adhesión al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es crucial para atraer inversiones del sector privado.
Finalmente, Barrios destacó que la producción de gas en Salta sigue disminuyendo y que el cierre de la Refinería de Campo Durán podría generar un conflicto social debido a la pérdida de empleos. La refinería, operada por Refinor, es vital para la economía local, y la retirada de YPF dejaría a la empresa Integra como única operadora, lo que, según Barrios, no garantizaría la misma responsabilidad social.
