En el VIP del boliche Wabi, en Mendoza, una joven conoció a uno de los jugadores del seleccionado francés de rugby. Después de tomar unos tragos, alrededor de las 5 am, fueron en taxi al hotel donde él se alojaba con el resto de la delegación. Al entrar a la habitación 603, ella relató que fue al baño y él la agredió sin previo aviso, violándola. Mientras era sometida, otro joven entró y participó en el ataque. Ninguno usó preservativo y la violencia fue brutal, con marcas de golpes, mordidas y estrangulamiento. La denuncia, presentada ante la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual de Mendoza, acusa a los dos rugbiers de abuso sexual agravado. Los jugadores, Oscar Jegou y Hugo Auradou, fueron detenidos en Buenos Aires antes de viajar a Uruguay y trasladados a Mendoza para enfrentar a la justicia.
La denunciante afirmó que no consintió en ningún momento y que intentó detener la agresión en español e inglés. El abogado Rafael Cúneo Libarona, defensor de los acusados, argumenta que se trató de una relación consensuada y asegura tener pruebas que cambiarán la dirección de la investigación. Por otro lado, el procurador de Mendoza, Alejandro Gullé, confía en las pruebas presentadas y la detención de los jugadores. La víctima, cinco días después del incidente, fue internada por una descompensación general. Mientras tanto, la selección francesa continúa su gira, con dos jugadores detenidos y un tercero, Melvyn Jaminet, apartado del equipo por comentarios racistas en Instagram.