El animalito falleció en 2018. Se hizo conocido por participar de todas las actividades religiosas de su pueblo y era figura infaltable en la peregrinación del Milagro.

El perrito de La Merced que se hizo famoso por participar de las principales celebraciones religiosas de la localidad y fundamentalmente de las festividades del Milagro y Sumalao. Falleció en abril de 2018, tras peregrinar más de 15 años hacia la ciudad de Salta. Sin embargo, hay quienes aseguran haberlo visto anoche caminar por la ruta 68, a la altura de Cerrillos. «Era él, es inconfundible. Pero cuando quise acercarme un poco más se perdió entre los peregrinos. Fue una sensación increíble. Me trajo muchos recuerdos», contó Carlos, vecino de un loteo de Camino a La Merced.  

A muchos aún les pesa su ausencia. Era un animalito de la calle. Vivió unos 20 años. Estaba muy débil y anciano, y finalmente se entregó al descanso eterno.

Su presencia en las actividades religiosas se transformó en una verdadera tradición en La Merced. De manera inexplicable, se sumaba a la peregrinación en honor al Señor y la Virgen del Milagro, desde su pueblo hacia la Catedral Basílica. Fue, además, una figura infaltable durante las celebraciones religiosas de Sumalao.

Este perrito color canela y blanco, era el primero en llegar a misa los domingos, cuando el cura párroco hace repicar las campanas de la iglesia Nuestra Señora de La Merced.

Nadie sabía qué lo llevaba a participar de todas las actividades religiosas. «Lo que más sorprende es que nadie lo llamaba. El solo se hacía presente y se sumaba a todas las manifestaciones de fe», cuentan los vecinos.

Si bien en esta localidad, la conducta de Fatiga ya no sorprendía, no dejaba de llamar la atención de quien lo veía transitar por el atrio del templo, siempre respetuoso y sin molestar a nadie. Al finalizar el oficio religioso, el animalito desaparecía y retornaba a su continuo deambular por el pueblo, donde se había ganado el cariño de la vecindad.

Esta atracción por las actividades religiosas lo llevó a sumarse todos los años a la procesión con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, que organizan los abuelos del hogar de día Angelina Beltrés de Di Pauli.

«No sabemos cómo se enteraba este perrito de las diferentes fiestas. Solo se presentaba y acompañaba las procesiones que se organizaban en el pueblo», contaron los mercedeños.

Homenajes en vida

Fatiga fue también una figura relevante en las fiestas patronales de los barrios y parajes de la localidad. Tanto, que por iniciativa de la comunidad y de las autoridades municipales se erigió hace muchos años un monumento en su honor en la plaza donde se encuentra ubicada la parroquia local.

Fue un verdadero homenaje en vida a este animalito que se transformó en un fenómeno, por su ternura y su forma especial de entregarse de lleno a los rituales religiosos. Hoy Fatiga es una leyenda.

El artista Pablo Farfán estuvo a cargo de esculpir en madera la figura de Fatiga, por pedido de la Municipalidad.  En el lugar, anualmente se realiza un desfile de mascotas, que solía ser encabezado por el propio Fatiga.

Su figura también fue plasmada en un enorme mural pintado en el puente de la rotonda de Limache. Allí, Fatiga fue retratado caminando junto a cientos de peregrinos para el Milagro


Este perro se diferenciaba de sus congéneres peregrinos de otros lugares de la provincia en el hecho que las luces capitalinas no lo encandilaban. No bien terminaba el Milagro, regresaba de inmediato a La Merced, su pueblo natal y nada lo detenía.

f:El Tribuno