Las carnicerías en los barrios de la capital de Salta enfrentan dificultades financieras debido a los aumentos constantes de precios y la competencia de las grandes cadenas. Esto ha llevado a una disminución significativa de las ventas, y algunas carnicerías ya han tenido que cerrar.
Los propietarios mencionan que los precios más altos han llevado a que los clientes compren menos cantidad de carne. Además, la competencia con ofertas de supermercados y grandes comercios ha afectado a las carnicerías locales.