La situación en la que se vio envuelto el arzobispo Mario Cargnello, al ser detenido por la seguridad vial mientras conducía sin licencia y bajo la influencia del alcohol, podría acarrear diversas consecuencias. En primer lugar, circular sin licencia conlleva una multa, mientras que conducir bajo los efectos del alcohol es una infracción grave que puede resultar en la pérdida de la licencia, detención, pérdida del vehículo e incluso arresto, dependiendo del nivel de alcohol en sangre y el criterio del inspector.

En el caso de Cargnello, aunque fue dejado ir con una advertencia, podría enfrentar sanciones legales y repercusiones en su reputación como líder religioso.