La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que la construcción del cerco en la frontera entre Salta y Bolivia es solo el comienzo de un plan más amplio de control fronterizo. También anunció que se reforzarán los controles en otras zonas, como la Triple Frontera y los límites de Misiones con Brasil, donde se han registrado casos de sicariato y delitos graves.
En declaraciones radiales, Bullrich explicó que además se implementará tecnología de vigilancia en la frontera de Formosa con Paraguay. Además, denunció que los drones adquiridos durante la gestión de Mauricio Macri para patrullaje fronterizo quedaron inutilizados en los últimos años y ahora están siendo reparados.
Respecto al alambrado de 200 metros en Aguas Blancas, Salta, la ministra lo justificó al señalar que es “el punto más álgido de entrada de cocaína al país” y que en la zona operaban bandas del crimen organizado. También resaltó que la intervención en la frontera se realizó en coordinación con el gobierno de Salta y el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, tras el escándalo que involucra al intendente de la localidad en una causa por narcotráfico.
El Plan Güemes, eje de esta estrategia, contempla el despliegue de 300 efectivos federales en zonas críticas, especialmente en el Río Bermejo y la Ruta Nacional 34, conocida como la “Ruta de la Droga”. También incluye un esquema de cooperación entre fuerzas federales, provinciales y el Poder Judicial para combatir el crimen organizado en la frontera.