Argentina sorprendió al mundo al votar en contra de la entrada de Palestina como Estado miembro de las Naciones Unidas, respaldando una resolución que buscaba ese reconocimiento. Esta inusual decisión, impulsada por el presidente Javier Milei, marca un quiebre con la tradición argentina de apoyo a los palestinos y coincide con la postura de Estados Unidos e Israel. Aunque la resolución no es vinculante, refleja una alianza estratégica entre Argentina, Estados Unidos y Israel.

Los palestinos, que actualmente tienen un estatuto de «Estado no miembro observador», necesitan la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU para ascender a un estatus completo de miembro, un proceso obstaculizado por el veto de Estados Unidos.