El Gobierno de Javier Milei anunció la implementación de un sistema que permitirá a los consumidores realizar pagos directamente en dólares mediante una tarjeta de débito vinculada a cuentas bancarias en esa moneda. Este nuevo mecanismo tiene como objetivo facilitar el uso de dólares blanqueados y depositados en las cuentas CERA, además de dinamizar las transacciones en moneda extranjera dentro del sistema formal.

Según explicó el ministro de Economía, Luis Caputo, en el programa de streaming del ministerio, el desarrollo técnico está en su etapa final. Esta tarjeta permitirá a los usuarios utilizar los dólares depositados en sus cuentas para adquirir productos y servicios, siempre que los comercios estén equipados con terminales de pago habilitadas para procesar transacciones en dólares. Desde Visa confirmaron que la tecnología está lista desde septiembre de 2024 y que actualmente trabajan con emisores y procesadores para implementar el sistema en los comercios, tanto físicos como en plataformas de comercio electrónico.

Además de la tarjeta, el Gobierno trabaja en la modificación de una norma de 2002 que restringía la exhibición de precios en dólares. La nueva resolución permitirá que los precios sean presentados en pesos y dólares con el mismo tamaño y visibilidad, facilitando las transacciones en moneda extranjera. Inicialmente, esta medida estará enfocada en sectores donde el uso de dólares ya es habitual, como el mercado automotor, inmobiliario y de bienes de lujo, dejando fuera productos básicos como los de supermercado.

La posibilidad de pagar en dólares busca, además, agilizar el uso de los fondos blanqueados en cuentas CERA. Comercios que adopten esta modalidad podrán recibir pagos en efectivo, transferencia bancaria o a través de la futura tarjeta de débito en dólares. El Banco Central aseguró que no será necesaria una modificación normativa adicional para implementar el sistema. Solo resta que las entidades financieras y comerciales completen las adaptaciones técnicas necesarias.

Este cambio se alinea con la visión económica del Gobierno de Milei, promoviendo una mayor libertad financiera y un uso más amplio del dólar como moneda de intercambio, aunque expertos advierten sobre posibles efectos en la economía local y en los hábitos de consumo.