Mientras el Gobierno argentino negocia un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las auditorías del organismo permanecen suspendidas, pero los pagos acordados deben cumplirse. A pesar de la carga financiera, la reciente reducción en los sobrecargos aplicados a países altamente endeudados ofrece un respiro, disminuyendo los compromisos de este año en unos US$685 millones, dejando el total en US$2600 millones.

La renegociación del acuerdo actual está en marcha y se espera que tome impulso tras la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos el 20 de enero. Su afinidad ideológica con Javier Milei podría facilitar un entendimiento, según analistas. Además, el FMI evaluará este mes un informe sobre el programa firmado en 2022, un procedimiento estándar que podría influir en el diseño de futuros acuerdos.

El calendario actual incluye cuatro pagos importantes en 2025:

  • Febrero: US$656 millones (reducción de US$171 millones).
  • Abril-mayo: US$634 millones (US$167 millones menos).
  • Agosto: US$655 millones (US$173 millones menos).
  • Noviembre: US$655 millones (US$173 millones menos).

Si se logra un nuevo acuerdo, es probable que el calendario de pagos se modifique, posiblemente incluyendo nuevos desembolsos del FMI para aliviar la presión sobre las reservas y permitir un manejo más sostenible de los compromisos financieros a futuro.