El expresidente Alberto Fernández presentó este miércoles su renuncia “indeclinable” a la presidencia del Partido Justicialista (PJ) nacional, un cargo del que se encontraba en uso de licencia desde marzo pasado. Su decisión de dimitir ocurre en medio de un escándalo por una denuncia de violencia de género interpuesta por su expareja, la exprimera dama Fabiola Yáñez.

En su carta de renuncia, Fernández señaló: “En el marco de la denuncia por presunta violencia de género, a partir de la cual estoy siendo investigado en la Justicia Federal, vengo a elevar mi renuncia indeclinable al cargo de presidente del Partido Justicialista orden nacional, con el que oportunamente me honrara”. Afirmó que tomó esta decisión con el fin de evitar involucrar al partido en las acusaciones que considera falsas: “Deseo que ninguna esquirla del linchamiento mediático al que estoy siendo sometido pueda lastimar a este partido en el que militan hombres y mujeres que tanto hicimos por la igualdad de género y respeto a las diversidades”.

Fernández insistió en la falsedad de las acusaciones y expresó su esperanza en que la Justicia actúe correctamente y permita que se defienda adecuadamente: “Aún aguardo que la Justicia actúe como tal, deje de lanzar irregularmente datos a través de los medios de comunicación y me permita ejercer el derecho legítimo a la defensa”. El PJ porteño, liderado por Mariano Recalde, había solicitado poner fin a la licencia de Fernández y “apartarlo definitivamente” del PJ nacional. Este miércoles, el expresidente fue imputado por los delitos de “lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo” y “amenazas coactivas”, tras la denuncia presentada por Yáñez.