En el marco del Plan Güemes, el gobierno nacional solicitó a Aguas Blancas presupuestar la construcción de un alambrado que abarcará aproximadamente 200 metros desde la terminal hasta la Aduana en el área fronteriza entre Argentina y Bolivia, en territorio salteño.
El pedido, gestionado por el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, fue recientemente aprobado, y ahora se avanza hacia la etapa de adjudicación de la obra, firma de convenios con la Secretaría del Interior y el llamado a licitación. Zigarán señaló en Noticias de las Mañanas del 5 que si el proceso avanza con celeridad, la construcción podría comenzar en los próximos 30 días.
El alambrado, descrito como una versión reforzada de un alambrado olímpico, incluirá alambre de púas tipo gillette para aumentar la seguridad en la zona. Zigarán lo calificó como “una suerte de cárcel, porque será mucho más resistente que un alambrado convencional”. Este proyecto busca reforzar el control en el área y poner fin a prácticas informales como el cruce por el muro hacia el puerto chalanas.
Además, el interventor subrayó la importancia de la colaboración por parte de Bolivia, ya que considera que la baja cantidad de personal enviado por el país vecino a la Aduana genera congestión en los puestos de control. Con el nuevo alambrado y un refuerzo en la vigilancia, el objetivo es que todas las personas pasen obligatoriamente por Migraciones y Aduana, eliminando las flexibilizaciones históricas en la zona.