En Tartagal, comenzó un caso de tráfico de drogas cuando las autoridades detuvieron al conductor y al ayudante de un autobús que viajaba de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, a Buenos Aires. Se encontraron diez kilos de droga en la bodega del vehículo. En respuesta, se llevaron a cabo allanamientos en cuatro empresas de transporte internacional, secuestrando 43 vehículos, incluyendo 21 autobuses. Se incautó documentación vehicular y se ordenaron pericias técnicas en todos los vehículos para detectar la presencia de drogas.
Las medidas fueron solicitadas por fiscales basados en un incidente previo en Aguaray, donde la Gendarmería Nacional detuvo al conductor y al ayudante de un autobús con drogas. Los detenidos enfrentan cargos por tráfico de estupefacientes y se les dictó prisión preventiva. Las investigaciones continúan bajo la dirección de tres fiscales, con el objetivo de desarticular una posible organización de tráfico de drogas que opera internacionalmente.