Durante el mandato de Alberto Fernández, la deuda del Banco Central (BCRA) aumentó significativamente, llegando a más de $23,3 billones, equivalentes a unos US$66.700 millones. Este incremento se debe a la inflación, la baja demanda de pesos, la disminución de encajes y la emisión fiscal indirecta del BCRA. La deuda se volvió un desafío, ya que el próximo gobierno deberá reducirla sin generar más inflación ni ampliar la brecha cambiaria. La tarea incluir evitar una hiperinflación al unificar el mercado cambiario a una cotización más elevada y buscar una salida que disminuya la deuda sin inyectar grandes cantidades de pesos.