En los últimos meses, la deuda comercial de Argentina ha aumentado significativamente debido a las restricciones en las compras al exterior por la falta de dólares. Esta situación ha llevado a una deuda de más de 50 millones de dólares con importadores, superando el préstamo tomado del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante el mandato de Macri. La próxima administración del Banco Central deberá hacer frente a esta creciente deuda comercial, que ha aumentado a un ritmo alarmante, creando un desafío significativo para la gestión futura. La falta de reservas en dólares y las malas decisiones del Gobierno han complicado aún más la situación económica del país.