El Día de la Pachamama se celebra el 1° de agosto en honor y agradecimiento a la Madre Tierra por sus frutos y para pedir por las cosechas futuras. Esta festividad ancestral perdura en diversos pueblos originarios andinos, como los Aymara y Quechua, que habitan en Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador y Perú. La fecha coincide con el inicio de un mes en el que la Madre Tierra «descansa» y se repone, marcando también la temporada más fría del año en la que no favorece la germinación de cultivos.
A través de rituales sagrados, se rinde tributo a la Pachamama, realizando actos de retribución y ofrendas de alimentos en agradecimiento a su poder de abastecimiento. La celebración también se ha convertido en un llamado a cuidar el planeta y sus ciclos, destacando la importancia de preservar la naturaleza en medio de las preocupaciones por el cambio climático.