Ocurrió en Tartagal; uno de los chicos de solo 15 años fue asesinado por otro de 14. Cerca de allí, en un cumpleaños juvenil se ahogó un invitado de 17 años.
Con el consumo de alcohol y la falta de control como denominadores comunes y que son moneda corriente en el norte de la provincia, en especial los fines de semana, dos adolescentes murieron la madrugada del domingo a muy poca distancia uno del otro y casi en un horario coincidente cuando ambos participaban, uno de una fiesta clandestina y otro del cumpleaños de un compañero de curso.
No se conoce a ciencia cierta cuál de los dos se produjo primero, pero ambos chicos estaban en la madrugada de ayer domingo en dos fincas distintas ubicadas en el paraje Cuña Muerta, a la salida norte de Tartagal. Pero del primero que la policía tuvo conocimiento fue del hecho que le costó la vida a un chico de 15 años residente en el barrio San Silvestre de Tartagal y estudiante de segundo año de la escuela Luis María Preti, ubicada en la zona este de la ciudad.
Según lo que hasta el momento pudo determinar, unos 100 chicos estaban participando de una fiesta clandestina en finca conocida como Larita, ubicada en Cuña Muerta. Los chicos eran de varias comunidades barriales, entre ellos San Silvestre, 9 de Julio y barrio Belgrano. Al parecer todo se produjo como a las 3.30 de la mañana cuando un grupo de chicos de 9 de julio comenzó a discutir con quienes provenían de San Silvestre. De la discusión se fueron a las manos y en circunstancias en que la policía trata de establecer, dos menores -se dice de que 12 y de 14 años- residentes en la barriada 9 de julio tomaron al adolescente de 15 años de San Silvestre y el de 14 le asestó una certera puñalada debajo de la tetilla. Cuando los otros chicos vieron la escena comenzaron a correr en distintas direcciones quedando el chico gravemente herido tirado en un charco de sangre.
Otras dos adolescentes que estaban con él -serían la novia y una prima- como pudieron lo cargaron en una motocicleta y lo trasladaron hasta el hospital Juan Domingo Perón, pero la puñalada había sido tan precisa que el infortunado muchachito llegó sin vida.
Varias divisiones de la Policía de la Provincia, entre ellos Criminalística y Brigada de Investigaciones, llegaron al lugar de los hechos para tomar testimonio de lo sucedido, en tanto ponían en conocimiento del fiscal Gonzalo Vega del hecho de sangre. Consultado por El Tribuno el agente fiscal precisó que «precisamente de ahí la calificación de clandestinas a este tipo de fiestas que se organizan en las fincas de las afueras de la ciudad porque no hay control policial, no están autorizadas y se vende alcohol a cualquier persona. De la investigación realizada hasta el momento se pudo precisar que una mujer mayor y su hija que ya están identificadas habían organizado la fiesta clandestina y ellas eran las encargadas de promocionarla y cobrar las entradas. Independientemente al homicidio vamos a deslindar todas las responsabilidades porque este tipo de fiestas no pueden seguirse realizando».
El otro hecho se habría producido casi a la misma hora pero recién fue descubierto por el propietario de «La Quinta de Yoyo» a las 5. En esa fiesta un centenar de chicos participaron de un cumpleaños de un compañero de curso de la escuela Técnica de Tartagal, quien cumplía 18 años y los padres decidieron alquilar la finca que cuenta con una amplia piscina. Todo indica que los chicos consumieron alcohol y se metieron a bañarse. Dos horas después salieron, siguieron bailando y festejando hasta las 4 de la mañana. Cuando todos se fueron de la finca, el mismo revisó el lugar y reparó que en el fondo de la piscina había una sombra. Se arrojó y se dio con el cuerpo sin vida de un adolescente.
Lucro sí, seguridad siempre ausente
Sobre este segundo caso el fiscal Vega precisó que «la madre del chico que era agasajado y que cumplía 18 años reconoció que efectivamente se les había dado a los chicos asistentes bebidas alcohólicas. Lo que se estima hasta el momento es que el chico se cayó en la parte de la piscina que tiene más de 2 metros de profundidad y no pudo salir. Se tomaron muestras de sangre del cuerpo de este adolescente para determinar si había ingerido alcohol y precisar si esa pudo ser la razón que no reaccionó pidiendo auxilio a sus compañeros».
Vega consideró que «como en el otro caso hemos pedido que una ingeniera de la Policía de la Provincia evalúe las condiciones de estas dos fincas donde se produjeron estos hechos trágicos, porque también en este segundo caso se deben determinar las responsabilidades tanto de los organizadores del cumpleaños como del propietario de la finca porque no están habilitadas para este tipo de fiestas. Lamentablemente, teníamos que tener este saldo tan trágico para que las clandestinas y el alquiler de estos lugares que no cuentan con las condiciones de seguridad dejen de alquilarse para este tipo de eventos», consideró el agente fiscal.
El menor que fue sindicado como el agresor del chico asesinado fue detenido por personal policial pasado el mediodía de ayer y será alojado en el Centro de Jóvenes en Conflicto con la Ley.
f:El Tribuno