El presidente Javier Milei cerró la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Buenos Aires con un discurso contundente en el que arremetió contra el socialismo, la oposición y los políticos que, según afirmó, buscan preservar sus “privilegios” a través de consensos. En medio de tensiones con el PRO y la UCR tras el fracaso de la Ley de Ficha Limpia, Milei dejó en claro su postura: “Me importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas”. Además, llamó a combatir ideologías de izquierda y declaró: “Hay que ganarles a los zurdos y terminar de una vez por todas con la basura del socialismo”.

Milei cuestionó con dureza a los políticos tradicionales, calificándolos de “mediocres y tibios” que privilegian las apariencias sobre los resultados. “Somos escépticos del diálogo porque no nos interesa perpetuar los famosos consensos de la política. No puede haber consenso entre lo moral y lo inmoral”, afirmó. En ese sentido, aseguró que los acuerdos promovidos por sus detractores solo buscan mantener el status quo.

Durante su intervención, el presidente elogió a su asesor Santiago Caputo por alentarlo a mantenerse fiel a su estilo: “Él me dijo que no había que cambiarme, que debía ir con la verdad tal como soy”. Según Milei, su gestión se centra en hacer lo correcto, incluso si eso implica costos políticos: “No es libre de costos hacer lo correcto después de 100 años de estupideces. Si terminamos con mala imagen, al menos habremos hecho las cosas bien”. También destacó que los resultados obtenidos hasta ahora refuerzan su convicción de no negociar: “Si no pensábamos negociar antes, ahora que los resultados acompañan, menos”.

El mandatario agradeció a la CPAC por su rol en la “batalla cultural” y resaltó que su gobierno se basa en tres pilares fundamentales: gestión, acción política y lucha cultural. Para Milei, esta última es clave para frenar al socialismo y coordinar esfuerzos globales. “Los zurdos fueron buenos políticamente y culturalmente, pero sus ideas generan miseria”, aseguró. Concluyó su discurso instando a proteger los ideales libertarios: “Tenemos una oportunidad histórica para cambiar el mundo. Hay que fortalecer nuestras ideas porque, si no, las fieras nos van a devorar”.