Durante su participación en la Cumbre de mandatarios del G20 en Brasil, el presidente Javier Milei manifestó su desacuerdo parcial con algunos puntos de la declaración conjunta. Aunque firmó el documento final del encuentro, dejó claro su distanciamiento respecto al contenido relacionado con la Agenda 2030.
Milei destacó que organismos como el G20 y la ONU se crearon originalmente con el propósito de fomentar la igualdad y la cooperación voluntaria entre las naciones, pero sostuvo que dicho espíritu «se encuentra en crisis». Fiel a su postura crítica, reiteró su rechazo al multilateralismo de la Agenda 2030, argumentando que requiere un alto grado de intervención estatal para su implementación.
En un comunicado emitido por la Oficina de Presidencia, se especificaron los puntos de discordancia del mandatario argentino: «Sin bloquear el consenso alcanzado por los demás líderes, el presidente Javier Milei expresó su desacuerdo con varios aspectos de la declaración, incluyendo la promoción de restricciones a la libertad de expresión en redes sociales, el trato desigual ante la ley, la imposición sobre la soberanía de los gobiernos y, especialmente, la creencia de que una mayor intervención estatal es la solución para combatir el hambre».
Milei justificó su postura afirmando: «Las políticas que han intentado erradicar la pobreza y el hambre mediante la intervención estatal siempre han fracasado. Estas medidas han generado éxodos masivos, pérdida de capital y, lo más trágico, millones de vidas humanas». En contrapartida, el presidente propuso: «Si queremos acabar con el hambre y la pobreza, debemos eliminar al Estado de la ecuación y permitir la libre actividad económica».
El presidente resaltó que los primeros resultados de este enfoque ya se perciben en Argentina, tras décadas de crisis y pobreza atribuidas a la intervención estatal. Finalmente, expresó su esperanza de que la comunidad internacional recupere los valores fundacionales que dieron origen a estos organismos multilaterales.