El Gobierno nacional ha autorizado un aumento de más del 100% en las tarifas de gas a partir de julio, con el objetivo de reducir los subsidios energéticos. Esta medida afectará a los usuarios residenciales de las principales distribuidoras de gas natural, segmentados en tres categorías según ingresos: altos, medios y bajos. Los incrementos serán significativos, especialmente para los usuarios de altos ingresos, mientras que aquellos con ingresos bajos y medios recibirán bonificaciones con un tope de consumo. La factura promedio para un usuario de altos ingresos (N1) en junio será de $49.551 por mes, y los usuarios de ingresos medios y bajos enfrentarán aumentos del 1.475% y 1.420% desde diciembre de 2023.

Además del aumento en las tarifas de gas, las facturas de energía eléctrica en el Área Metropolitana de Buenos Aires también subirán considerablemente, con incrementos del 228% para los ingresos altos, 465% para los bajos y 378% para los medios en comparación con los valores de cierre del año anterior. Este ajuste de tarifas busca reducir el gasto en subvenciones en 2024, con una disminución proyectada de u$s4.683 millones. El próximo reajuste de tarifas está previsto para agosto, como parte de los esfuerzos del Gobierno para cumplir con los acuerdos internacionales y estabilizar la economía, aunque esto representa un desafío significativo para los hogares argentinos.