Las cuasimonedas han regresado a Argentina después de 20 años, específicamente en la provincia de La Rioja, con la introducción de los «Chachos». Anunciados por el gobernador Ricardo Quintela debido a la falta de fondos, los «Chachos» han generado controversia y críticas, incluyendo un posteo apoyado por el presidente Javier Milei que los califica como una «estafa». Ramiro Castiñeira, un economista liberal, ha advertido sobre el impacto negativo en los salarios públicos, mientras que Quintela ha defendido su decisión como una medida para reactivar la economía local.

Los «Chachos» son bonos de cancelación de deuda con una paridad de 1 a 1 respecto al peso. Emitidos en denominaciones de 1.000 a 50.000 pesos, han comenzado a utilizarse para pagar salarios, con altos funcionarios del Poder Ejecutivo provincial recibiendo parte de sus sueldos en estas cuasimonedas. Quintela ha solicitado a otros poderes del Estado implementar medidas similares y anunció un bono único de 50.000 pesos en «Chachos» para otros trabajadores en agosto, buscando mitigar la devaluación del peso y reactivar el consumo.