Tras la decisión del Gobierno de aumentar el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), las petroleras elevarán el precio de la nafta y el gasoil en un 3,5% a partir de este sábado, primero de junio. Para el resto del mes, los ajustes planeados por el área energética podrían llevar el incremento total al 18%.
El aumento de los combustibles no solo afecta a los usuarios de vehículos, sino que también impacta significativamente en la inflación, ya que el costo de los alimentos y productos básicos sube junto con los costos de transporte. Por lo tanto, se espera que los precios se aceleren durante el sexto mes del año.
Con este ajuste, la nafta súper de YPF, que controla más del 60% del mercado nacional, pasará de costar $870 a más de $900 por litro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Este valor aumenta a medida que se avanza hacia el interior del país.
En el caso del gasoil, el precio subirá de los actuales $918 a cerca de $950 por litro. Se espera que las firmas competidoras de la petrolera estatal, como Shell, Axion y Puma Energy, ajusten sus precios en una escala similar para garantizar la libre competencia.