El hipocampo, una región del cerebro con forma de caballito de mar, es crucial para la formación de recuerdos duraderos, ya que procesa y distribuye la información hacia la corteza cerebral. Este proceso es más efectivo cuando se activan múltiples sentidos y emociones. En contraste con la antigua práctica de memorización sin sentido, el aprendizaje actual se enfoca en experiencias multisensoriales, utilizando objetos manipulativos, imágenes, videos y la interacción humana para estimular más áreas del córtex cerebral, lo que facilita un aprendizaje más profundo y duradero.

Sin embargo, el aumento del uso de tecnología digital en la educación ha generado preocupaciones sobre la pérdida de habilidades motoras finas y la superficialidad en el procesamiento de la información. Aunque los recursos digitales como videos pueden ser útiles, es importante equilibrar su uso con actividades prácticas y colaborativas que involucren diferentes sentidos y emociones. Estas experiencias no solo mejoran la memoria, sino que también fomentan la creatividad, la resolución de problemas y el desarrollo de nuevas conexiones neuronales, especialmente cuando se realizan en un ambiente positivo y estimulante.