La temporada de huracanes del Océano Atlántico, que comenzará el próximo 1º de junio, podría hacer de 2024 uno de los años más agitados en Estados Unidos hasta la fecha, según diversos pronósticos. La combinación de aguas cálidas y sistemas climáticos cambiantes podría generar tormentas tropicales casi sin precedentes, destacadas por su fuerza y su gran número.
La Universidad del Estado de Colorado anticipa que la actividad de huracanes este año será significativamente superior al promedio de 1991-2020. Se espera la formación de 23 tormentas con nombre (comparado con el promedio de 14,4), 11 huracanes (en lugar de 7,2), cinco de ellos de gran categoría (3-4-5), y 13 días de huracanes importantes. Por lo tanto, se estima que la probabilidad de que un gran huracán toque tierra en Estados Unidos y el Caribe está muy por encima del promedio a largo plazo. «Predecimos que la actividad ciclónica acumulada y neta de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico en 2024 será aproximadamente el 170 por ciento de sus promedios a largo plazo», indica la universidad.
Para este año ya está el listado con los nombres de los huracanes y tormentas tropicales (se les otorga un nombre cuando muestran un patrón de circulación giratorio y la velocidad del viento alcanza los 63 kilómetros por hora). Hay seis listas creadas por el Centro Nacional de Huracanes y mantenidas por la Organización Meteorológica Mundial. Cada lista contiene 21 nombres en orden alfabético, alternando entre masculinos y femeninos. Las listas rotan cada seis años, lo que significa que la lista de nombres utilizados en 2024 se volverá a utilizar en 2030. Los apelativos son deliberadamente cortos y distintivos para reducir la confusión en la comunicación escrita y hablada en torno a una tormenta en particular, ya sea en las noticias o entre bases costeras y barcos en el mar.
Sin embargo no hay ninguno que comience con las letras Q, U, X, Y o Z porque son menos comunes y, a menudo, más difíciles de entender en los idiomas hablados. Si una tormenta es particularmente destructiva, mortal o costosa, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) eliminará ese nombre de la lista en atención a los afectados por el evento y se agregará otro nombre para reemplazarlo. Los huracanes cuyos nombres se eliminan de la lista a menudo cumplen con los requisitos para ser caracterizados como categoría 3, 4 o 5. Es el caso de Katrina, Harvey, Irma o Dorian. Cada región tiene su propia lista.
F: LA NACION