La inflación en abril mostró una notable desaceleración, situándose en 8,8%, la primera variación mensual de un dígito desde octubre del año pasado. Este cuarto mes consecutivo de ralentización fue impulsado principalmente por los aumentos en tarifas de servicios regulados y una disminución en el alza de precios de alimentos. La inflación núcleo, que excluye componentes estacionales y regulados, fue del 6,3%, marcando una significativa desaceleración en comparación con el mes previo. En lo que va del año, la subida de precios alcanza el 65%, y en los últimos doce meses llegó al 289,4%. El Ministerio de Economía atribuye la desaceleración al programa económico implementado en diciembre, que incluye equilibrio fiscal y medidas de desregulación.
Expertos como Camilo Tiscornia y Lorenzo Sigaut Gravina destacaron la importancia de la desaceleración de la inflación núcleo y expresaron expectativas positivas para mayo, aunque advirtieron sobre posibles incrementos futuros en tarifas de servicios públicos y combustibles. El FMI elogió el «gran progreso» de Argentina en la estabilización macroeconómica bajo el gobierno de Javier Milei, destacando la implementación firme del plan económico. A pesar de los desafíos, la reducción de la inflación y la generación de condiciones para la reaparición del crédito hipotecario de largo plazo son considerados logros significativos.